¿Realmente querías tomar un helado o sólo querías ir a nuestro lugar? Ahí es donde fuimos en nuestra primera salida hace casi un año atrás. Pensé que no te ibas a acordar, pero sabías hasta cómo llegar sin ningún problema. Un mar de emociones inundó mi pecho. En serio no creía que ibas a acordarte de este lugar.

Hace un año salimos por primera vez. Siento que te conozco de hace una vida y no entiendo por qué. Aquella vez nos sentamos a tomar helado y el tiempo pasó volando. Estuvimos hablando como por cuatro horas como perfectos desconocidos. ¿Por qué perfectos desconocidos? Porque no nos conocíamos y encajábamos perfectamente como un rompecabezas. Hay gente que se conoce por años y pareciera que no se conocen ni un poco. Pero vos y yo hablamos sin parar y reíamos sin razón alguna. En ese momento supe que eras distinto.

Me contaste de tus planes a futuro y dijiste ser amante de las motos. No te creí ni un poco, ¿lo dijiste porque yo amo las motos? Me pareció tierno porque mientras yo te contaba mi pasión por las carreras de MotoGP vos me escuchabas atentamente. Teníamos algo en común, ese no se qué. Teníamos una conexión, algo que nunca me había pasado antes.

Era tarde y todavía seguíamos ahí sentados, sin helado y con mucho para decir.

– No me acuerdo dónde dejé mi auto, ¿me acompañas? – te dije
– Si, dale.

Mentira. Sí sabía dónde estaba mi auto, sólo quería un rato más con vos. En realidad quería que me besaras. Dimos toda la vuelta a la plaza y no te animaste. Llegamos a mi auto y tampoco te animaste.

– ­Bueno nos vemos.
– Si, dale. Un gusto ­– me dijiste tímido.

“Un gusto”, y me saludaste con un beso en la mejilla. Cuando me subí al auto me reí. Yo sabía que me querías besar pero no lo hiciste.

Hace un par de semanas nos acordábamos de nuestra primera salida y nos burlábamos de nosotros mismos. Me querías besar y no te animaste. Ja, gané. Igual siempre me sorprendes cuando te acordas de estos pequeños detalles, como la vez que estábamos solos en casa y me dijiste: “acá es donde estuvimos por primera vez”, y me volviste a besar. Me enamoras y mucho.